Artículo de Susana Pajares Tosca
Definición: "El hipertexto se compone de texto y de unos nexos ("links"), que conectan directamente con otros textos al ser activados formando una red contextual sin principio ni fin, pues se puede saltar constantemente de unos textos a otros según se van escogiendo nuevas opciones de búsqueda".
Pajares señala como características principales la ruptura de la linealidad, la idea posetructuralista de texto abierto y la figura del lector activo. Vincula el hipertexto y la literatura en 4 facetas, en todas ellas el hipertexto presenta ventajas: edición (elementos multimedia; procesadores de texto; multiplicación infinita del producto), crítica (coste nulo e inmediatez de publicación; bancos de datos), investigación (intercambio científico entre grupos, "conversaciones" en tiempo real); docencia (interdiciplinariedad, actividad creadora de los alumnos).
Existen 2 tipos de ficción hipertextual:
1. Hiperficción constructiva: autoría en colaboración. El creador de la historia no controla la narración, sino la interacción del resto de autores. Intención más lúdica que estética (la heterogeneidad de las aportaciones dificulta mantener la continuidad y calidad típicas de las obras literarias tradicionales).
El antecedente inmediato son los juegos de rol.
2. Hiperficción explorativa: tiene un solo autor. También permite al lector tomar decisiones sobre los trayectos de lectura, eligiendo qué nexos establecer en cada momento, pero el autor nunca pierde el control de la narración. El lector no escribe, decide sobre lo ya escrito.
Críticas: los "links" suelen ser bastante rudimentarios y puede darse una "sensación de pérdida" ante la multiciplidad de caminos posibles (¿estaré siguiendo el camino correcto?).
Estructura similar a los libros de "Elige tu propia aventura".
"La hiperficción sólo podrá ser algo más si renuncia a rasgos lineales tales como la idea tradicional de estructura con su principio, continuación y desenlace", destaca Pajares.
Cambian los conceptos de autor y lector tradicionales, peligrando las ideas de autoría y propiedad intelectual. El "lector ideal" sería aquel que elige su propio trayecto, establece relaciones entre textos o partes de textos y convierte cada lectura en única, en un sentido literal.
Algunos críticos creen que el hipertexto puede servir para manipular más a los lectores, al darles los "links" preparados. Otros señalan el peligro de aburrimiento. Pajares desmiente a ambos: el hipertexto no limita la lectura, es más, contribuye a mejorar la contextualización; la ausencia de linealidad no destruye la narrativa. Además, no se trata de que haya muchos links, sino de que los existentes sean relevantes.
El mayor riesgo de la hiperficción es que su propia fuerza descentralizadora acabe convirtiéndola en algo demasiado ingrávido como para resultar interesante.
¿Cuándo dejar de leer una hiperficción, si no hay ni principio ni fin? En la ficción lineal la decisión de cortar la toma el autor; en la hipertextual, el lector. Vendrá marcada por la estructura particular que esté construyendo cada lector (incluso puede decidir dejarla abierta).
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